miércoles, 17 de marzo de 2010

Lulz



“ El naturalismo agropecuario al que venimos acostumbrados los porteños desentraña una inexorable cuestión: el híper-inflado mundo estrambótico en el que nos vemos sumergidos todas las mañanas al perpetuar el ritual de lo habitual. Como quien no quiere la cosa ventilamos los grumos paquidérmicos de nuestra condición social y nos preparamos para el tedio, el aburrimiento y el moralmente aceptado esnobismo militante que significa la vida diaria. El circo ambulante conformado por el oficinista desaliñado, el vendedor de panchos mugriento y el siempre presente loco loco loquito chofer de colectivos nos hace dudar de la reciproca y monumental tarea que implica la consecución del dividendo. Cafeína y feudalismo post moderno completan el coctel al que nos enfrentamos los seres humanos en este país llamado argentina. Greco-romanamente hablando, el artilugio desempleado en estos campos indican una considerable compensación al haber superado indiscutidamente las expectativas para el proyecto. El “caiga quien caiga” ya es ley en las planicies quilmeñas y se han oído versiones donde una mutación del virus “comunistis-marxis” ha cruzado las barreras de Olivos. Contemplando el esquizofrénico pero no aritméticamente propicio contexto en el que nos hallamos, las medidas a tomar son eunucamente arbitrarias. Esto no me exalta en lo más mínimo: ya se caía de maduro. Argentinos, a las armas. “

-Richard Nixon, Trenque Lauquen, 1993 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

sos el comandante :O

Joaquín dijo...

-aborto para todos!
-BUUUU
-esta bien, no hay aborto para nadie!
-BUUUU
-mmm... aborto para unos, banderitas estadounidenses para otros
-EEEEEEEH!!!