domingo, 30 de octubre de 2011

Me quedará el de Elmo?

Halloween. Una fiesta originalmente creada para golpear sindicalistas irlandeses y expulsarlos de Springfield. A medida que pasaron los años, el simbolismo de esta fiesta cambió y cobró otro sentido, aunque siguieron golpeando irlandeses.

 Ya pocos recuerdan esos días.


Dos veces me disfracé en mi vida para una fiesta. La primera fue de Dracula para una fiesta de cierre de temporada en el club veraniego al que iba, a los 11/12 años. Una remera blanca, una capa, peinado con gomina y una dentadura de vampiro postiza. Ah, y shorts. Dracula también transpira cuando hace 30 grados. Obviamente nadie sabía de qué estaba disfrazado y hasta hubo uno que me dijo “ahí va el zorro”, así que tenía que mostrar mi dentadura postiza llena de baba, porque era demasiado grande para mi boca y me costaba tragar la saliva. Hasta hace un par de años la tuve tirada por ahí. Ugh.

La segunda fue para mi viaje de egresados de la primaria, un amigo y yo decidimos disfrazarnos ambos de zombies: nos sacamos la remera, nos pasamos plasticola y un poco de harina por el cuerpo para que pareciera piel leprosa, nos hicimos sangre con un pintalabios, y a darle átomos. Obviamente no fueron los mejores disfraces de la fiesta, incluso mi amigo no parecía un zombie en lo absoluto porque otro pibe que nos había ayudado con los disfraces usó el pintalabios como el culo, dibujando una especie de símbolo de interrogación “?” en la cara, por lo que fue conocido como “el zombie misterioso”. Una vez en la fiesta, me di cuenta de que no estaba tan cómodo bailando por ahí en mi torso desnudo flacucho y lleno de pintalabios entre gente que no conocía, así que le saqué la mascará de mono a un compañero y me la puse. Era ahora un gorila zombie.  Al final del viaje, se hizo como una pequeña reunión de despedida en la cual nos daban “premios” sobre algo que resaltó en nosotros, hacernos sentir mejor o lo que sea. Mi amigo y yo recibimos ambos el premio “al mejor zombie”, a pesar de que fuimos LOS UNICOS motherfucking zombies en la fiesta.

Es por esto que mi consejo para este Halloween es: si manejan no tomen, y si toman, no manejen. Si ven un cartel que dice "No alimentar a los osos"... NO alimenten a los osos. Y si ven a alguien disfrazado de momia con papel higiénico, soy yo.

domingo, 16 de octubre de 2011

0-800-GHOST-DANCE

 Es increíble la programación nocturna de la televisión por cable. Y por increíble me refiero a Increíblemente mala. Y por increíblemente mala me refiero a Infomerciales. O sea, publicidades de media hora de duración, que se vuelven programas.  Ahora, si bien reconozco estar insertado en una sociedad consumista y todo lo que quieran, creo que tendrían que esforzarse un poco más en estos infomerciales si verdaderamente quieren vender algo. Son un hombre y una mujer hablando sobre el producto durante 30 minutos mientras pasan el número de teléfono abajo en la pantalla y una leyenda “LLAME YA!!! SE AGOTAN!!!1”. Juegos de cuchillos que cortan acero sin perder filo, marcadores indelebles que sirven para tapar las marcas del auto, aparatos para hacer ejercicios en posiciones del Kama-sutra o esas cosas con electrodos que te enchufas en el estomago y después de 2 horas tenes el físico de Schwarzenegger (lo dije bien).

-Oh Johnny no puedo creerlo! El set de cuchillos Bureido es tan difícil de usar y filoso que se vuelve un arma mortal en manos de cualquier persona!
-Asi es Mary, estudios demuestran que el 64% de los accidentes de amputación de miembros ocurren con nuestros cuchillos Bureido.


Lo loco es que a veces haciendo zapping dan el mismo infomercial en varios canales, son unos soretes. ”Reduce fat-fast” sigue sin estar en mi lista de compras esta semana. Ya que ocupan segmentos de verdadera programación y quitan espacio a las series y/o películas, tendrían que agregarles un guión, un poco de historia, que nos dé más ganas de comprarlo. No sé,  la historia de un hombre paralitico que pudo recuperarse ingiriendo diariamente el té chino del doctor Ming; o de un perro que salvó a su amo de una inundación con sartenes anti-adherentes. Algo así.

-El grill de George Foreman nos salvó a mí y a mi mujer de un accidente de pancha. Eh, digo, de lancha.


¿Cansado? ¿Triste? ¿Pelado? ¿Gordo? Basta ya de su rutina poco saludable, conéctese con la naturaleza, vuelva a sus raíces y sea más moderno que nunca. Conviertase en un hombre de negocios y en un padre de familia, energice su vida y ahorre tiempo para descansar. Ejercite mientras mira la televisión. Gánese el respeto de sus compañeros de trabajo y la envidia de sus amigos. Descafeinado, ultra-pasteurizado, dietético, portable, bio-degradable, recargable, inoxidable, indestructible, indispensable, único e irrepetible!