lunes, 19 de abril de 2010

No puedo no gritar



“Rock tonto” es lo primero que se me viene a la cabeza mientras intento sacar algo en limpio de la escucha del nuevo disco de Pez, que en un primer momento había escuchado que se iba a llamar “Y todas esas cosas que nos esclavizan…” pero optaron por dejarlo sin título. Ya en su trabajo anterior, El Porvenir, rompieron con el estilo progresivo y setentoso de Los Orfebres para meterse de lleno en algo similar al… (Me da vergüenza decirlo) ¿Punk melódico?

Ellos habían hecho, allá por el `98, un experimento bastante ruidoso y distorsionado, sucio, como debe ser todo disco de punk bueno (al menos eso opino yo). Pero este nuevo disco, a diferencia de aquella fiera y potente declaración de rebeldía (la cual acompañaron durante todos estos años con su política independiente de “hazlo tu mismo” teniendo su propio sello y dando shows a bajo precio donde venden sus propios Cd y otro merchandising de la banda) de fiero no tiene nada, es como si hubiesen hecho un disco en joda para bardear a Shaila o a alguna otra de esas bandas de cuarta. Déjenme de joder. Son trece canciones en poco más de media hora, con letras bastante ligeritas, arreglos re pedorros, y melodías que recuerdan a Boom Boom Kid, un disco que no se si decir que apunta a expandir la base de seguidores de la banda, que si bien no era enorme, era respetable para ser dentro del under. Ahora, ¿no da un poquito de lástima que cuatro experimentados y hábiles músicos desperdicien su talento en semejante porquería? No sé, si buscan popularidad toquen en festivales como hace Massacre (en mi opinión una de las pocas, sino la única banda de ese estilo buena en Argentina, al menos ellos tienen oficio de skaters/punks desde hace veinte años, y recién ahora empiezan a cosechar los frutos de su trabajo). Existe la probabilidad de que tampoco hayan buscado popularidad y simplemente les dieron ganas de hacer Hardcore melódico. Ok. Sigue siendo una bosta en la que ¿destacan? dos o tres canciones por ser un poco menos peores que el resto.

Aclaro que este disco tampoco es una mierda inescuchable, pero a comparación con el resto de su variada discografía, da lástima. Llego a ver en alguna foto de promoción a Minimal en un skate y voy y estrello un Renault 19 contra el escenario cuando toquen. Y quizás alguno salte a decirme “Che loco pero que te pensas, a vos Minimal no te debe nada, ellos hacen lo que les pinta, ¿Quien sos vos para criticar?” Yo soy un flaco que tampoco le debe nada a ellos, gil, y entonces opino lo que me pinta.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

los caretas de los alternos tontos se lo quieren llevar, pero Minimal es del metaaaaaaal.



pd1. Odio los coritos.
pd2. Odio los bocas flojas.
pd3. Odio los metidos.
pd4. Odio al mundo.
pd5. y a vos tambien.

Joaquín dijo...

me gusto mucho tu crítica del disco... qué se yo, la verdad que capaz que uno cuando crece va cambiando viste? quiere hacer diferentes cosas, tiene otros gustos... a mi de chiquito me gustaban las peras y ahora no, por ejemplo. capaz que lo mismo les pasó a los de pez :/ no me puse a escucharlo profundamente el disco, solamente por arriba un par de veces, y un par de temas son pegadizos... cuando lo escuche mejor te digo qué me parece... se vemo!

ariel minimal dijo...

puedo calificar a tu blog, como blog tonto????

El pato Bonavides dijo...

uy me cacharon