Dispuesto a escribir, me senté en la computadora y nada pasó. Probé sentándome en la silla situada enfrente a la mencionada maquina y ahí la cosa mejoró.
Hace ya un par de meses, tuve que acompañar a mi hermana y a su amiga hasta una fiesta en sarandí. Pedimos un remís y yo las acompañaba hasta la casa y después me volvía con el coche. Ok, hasta ahí todo bien, tomamos el remo y después de un par de vueltas en sarandí para encontrar la calle llegamos. Las pibas se bajaron, esperamos a que entren a la casa e íbamos a pegar la vuelta, no? Bueno eso pensé yo, pero al remisero le pintó sacar una bolsita con un polvito blanco, a lo cual no reaccioné hasta que me dijo -eh amigo, ¿te molesta si me mando un pase?- WTF!? Mis temores se habían confirmado, me encontraba en el coche con un chofer nieri y drogón. Mi mente barajó respuestas como “¿sos pelotudo?”, “la merca es de chetos”, y “zarpada en gata tu vieja” pero inexorablemente terminé respondiendo con un cagon -eee..Ok.. pero pará.. vas a manejar bien!?-. -Siii loco, no pasa nada, esto me levanta nomas-.. la puta madre. Voy a morir. Encima para rematarla, el chabón me ofrece. Por un momento lo pensé, tengo que admitirlo. “Mah si, si voy a morir prefiero morir re loco” pero después entré en razón y rehusé su invitación tratando de no parecer muy ortiva. Aparte seguro era merca de la berreta.
Ya después de ese incidente y yendo para casa, me asalta con la pregunta -¿vos lo conoces al chipi?- el chipi es un flaco de mi barrio medio chorro, que se cree que es el dueño del barrio; no labura nunca pero tiene un auto de puta madre, y siempre para en una esquina con sus amigotes y el auto abierto con electrónica o cumbia a todo lo que da, es imposible no conocerlo. En fin, dudaba sobre decir si lo conocía o no, y más sobre dar mi opinión de él a un nieri que esta merqueado y al volante, capaz era su amigo, que se yo. En fin, le dije que sí, que lo conocía de ahí de las torres, y que había escuchado que hacía salideras de bancos. -Ese es un puto- me contestó -se hace el chorro porque está ahí en las torres, si viviera en el fondo hubiese caído preso y estaría chupando vergas a lo loco, el gil-. Ok señor remisero, ahora sé que le cae mal el chipi. A mí también. –No porque ahora no se puede ser chorro, viste. Caes al toque. Yo por eso me busque este laburo, que es una mierda, pero no se puede andar de chorro. Aparte tengo un hijo, así como me ves, con 23 años.- y yo mientras tanto respondiendo “está jodida la calle” (????????)
Finalmente y luego de un trayecto de 10-15 minutos en el que pensé que iba a estrolarme contra el primer semáforo que viera, llegue a mi casa. El chabón se despide con un “che, si tenes que pasarlas a buscar para la vuelta, pasate por la remisería y vamos los dos juntos de nuevo” …